por: Luis Flores
¿Se siente ansioso con la turbulencia de los mercados financieros? ¿O se siente optimista? Ambas reacciones pueden impedirle tomar buenas decisiones en sus inversiones. Algunos comportamientos psicológicos son muy comunes.
1. Optimismo-decepción.- La gente tiene una tendencia natural a sobreestimar los posibles resultados de todo, desde las rifas y billetes de lotería hasta sus propias inversiones. Esto explica en gran medida por qué las personas se decepcionan todo el tiempo por el rendimiento de sus inversiones, simplemente porque consideran que los resultados podrían haber sido mejores. Evitar la decepción debería ser motivo suficiente para razonar sobre ese optimismo que es humano y es natural, pero no deja de ser perjudicial. Si usted basa sus objetivos financieros en expectativas que son excesivamente positivas, es casi seguro que los resultados nunca estarán a la altura de sus objetivos.
2. Exceso de confianza.- La gente suele sobrevalorar su propio talento. Créame…, hay algunos inversionistas que creen firmemente que pueden ser más astutos que el mercado, e incluso llegan a pensar que pueden predecir los acontecimientos; se sienten dueños de la verdad y amos del “timing”. Solo confían en si mismos, tratan de comprar “barato” y vender “caro”, a pesar que ni el más experimentado de los profesionales puede hacerlo en forma constante. Reconozca esta tendencia, trate de ser honesto acerca de sus propias capacidades.
3. Retrospectiva.- Después de que algo ya ha ocurrido, hay quienes piensan que ya sabían que esto iba a pasar. Esta tendencia les hace creer que los acontecimientos son mucho más predecibles de lo que realmente son.
4. Obsesión.- ¿Es usted de los que siguen el comportamiento de sus inversiones minuto a minuto en la televisión o por Internet? ¿Le estresa ver los cambios de corto plazo en el valor de mercado de sus inversiones? ¿Tiene fijaciones sobre el desempeño negativo de alguna de sus inversiones, incluso cuando su cartera en general la está haciendo más o menos bien? Estos pueden ser signos de un comportamiento obsesivo que es perjudicial. De un paso hacia atrás y observe el panorama desde lejos. ¿Está en el camino correcto para lograr sus objetivos de largo plazo? ¿Se siente cómodo con el nivel de riesgo en su cartera?
5. Negación.- Cuando los mercados bursátiles bajan, algunos inversionistas pueden ser presa fácil del pánico y salen a vender lo que fundamentalmente es todavía una buena inversión. Lo contrario de esto es la negación, algunos inversionistas continúan manteniendo una inversión que ha ido mal, pensando que eventualmente podrá volver a subir. Esto puede ser particularmente difícil, pero cuando una inversión se ha deteriorado en sus fundamentos analíticos específicos, hay que deshacerse de ella, punto. Es necesario mantenerse siempre dentro de una disciplina de inversión, y tener criterios racionales para comprar y para vender.
4. Obsesión.- ¿Es usted de los que siguen el comportamiento de sus inversiones minuto a minuto en la televisión o por Internet? ¿Le estresa ver los cambios de corto plazo en el valor de mercado de sus inversiones? ¿Tiene fijaciones sobre el desempeño negativo de alguna de sus inversiones, incluso cuando su cartera en general la está haciendo más o menos bien? Estos pueden ser signos de un comportamiento obsesivo que es perjudicial. De un paso hacia atrás y observe el panorama desde lejos. ¿Está en el camino correcto para lograr sus objetivos de largo plazo? ¿Se siente cómodo con el nivel de riesgo en su cartera?
5. Negación.- Cuando los mercados bursátiles bajan, algunos inversionistas pueden ser presa fácil del pánico y salen a vender lo que fundamentalmente es todavía una buena inversión. Lo contrario de esto es la negación, algunos inversionistas continúan manteniendo una inversión que ha ido mal, pensando que eventualmente podrá volver a subir. Esto puede ser particularmente difícil, pero cuando una inversión se ha deteriorado en sus fundamentos analíticos específicos, hay que deshacerse de ella, punto. Es necesario mantenerse siempre dentro de una disciplina de inversión, y tener criterios racionales para comprar y para vender.
6. La codicia.- El deseo de hacerse rico rápido obliga a muchos inversionistas a tomar mayores riesgos de lo que deberían, como invertir demasiado en una sola inversión. La clave esta en tener bien calculados los riesgos dentro de una cartera diversificada, y por supuesto tomar en cuenta su propia tolerancia al riesgo.
7. Instinto del rebaño.- Cuando vemos a otras personas haciendo algo, tenemos una tendencia natural a pensar que debe ser algo bueno y simplemente lo hacemos. Este "instinto de manada" es a menudo el que provoca los altibajos en los mercados financieros. Algunos inversionistas salen a comprar solo cuando escuchan que otros lo hacen, impulsando así los mercados a niveles más altos, y salen a vender cuando ven que otros hacen presa de su propio pánico, provocando que los mercados extiendan sus periodos de baja. Lamentablemente este comportamiento les lleva a comprar y vender en los peores momentos. En lugar de seguir al rebaño, es mejor tener una estrategia de inversión disciplinada, basada en la lógica y la razón. Para poder invertir con éxito se requiere pensar más en cómo reaccionamos nosotros mismos ante los mercados que como reaccionan los mercados mismos.
Lamentablemente suele ser el propio inversionista su peor enemigo.
luis.flores@rbc.com
7. Instinto del rebaño.- Cuando vemos a otras personas haciendo algo, tenemos una tendencia natural a pensar que debe ser algo bueno y simplemente lo hacemos. Este "instinto de manada" es a menudo el que provoca los altibajos en los mercados financieros. Algunos inversionistas salen a comprar solo cuando escuchan que otros lo hacen, impulsando así los mercados a niveles más altos, y salen a vender cuando ven que otros hacen presa de su propio pánico, provocando que los mercados extiendan sus periodos de baja. Lamentablemente este comportamiento les lleva a comprar y vender en los peores momentos. En lugar de seguir al rebaño, es mejor tener una estrategia de inversión disciplinada, basada en la lógica y la razón. Para poder invertir con éxito se requiere pensar más en cómo reaccionamos nosotros mismos ante los mercados que como reaccionan los mercados mismos.
Lamentablemente suele ser el propio inversionista su peor enemigo.
luis.flores@rbc.com